El Ministerio de Salud (MINSA) atendía a una comunidad fundamental dentro del ecosistema sanitario: auxiliares de salud y cuidadores. Ellos son quienes acompañan a pacientes vulnerables, realizan tareas de apoyo directo y ejecutan funciones esenciales que requieren precisión, delicadeza y conocimiento actualizado.
A pesar de su importancia, este grupo enfrenta una realidad compleja: largas jornadas, múltiples responsabilidades, falta de tiempo y, en muchos casos, acceso limitado a capacitaciones formales. La mayoría no puede detener su labor para asistir a sesiones presenciales ni navegar plataformas digitales complejas.
Aun así, la necesidad era urgente: reforzar buenas prácticas de cuidado y atención sanitaria, con contenidos claros, visuales y fáciles de aplicar.
En ese contexto, MINSA buscaba una solución que respetara el ritmo de trabajo del personal, que no interrumpiera su labor y que realmente llegara a quienes más lo necesitaban.
La respuesta fue Musa.
El desafío operativo
Los principales desafíos eran:
- Auxiliares y cuidadores con disponibilidad reducida para formaciones presenciales.
- Equipos con diversos niveles de alfabetización digital.
- Necesidad de contenidos visuales y prácticos para asegurar comprensión.
- Procesos críticos que debían estandarizarse en todas las sedes.
- Falta de herramientas para medir avance y participación.
Era necesario un enfoque totalmente adaptado a la vida real de quienes cuidan.
Cómo lo resolvimos
Musa creó un programa de microaprendizaje por WhatsApp, diseñado especialmente para personal de salud operativo, privilegiando claridad, visualidad y aplicabilidad inmediata.
El modelo incluyó:
Contenido visual y paso a paso, para facilitar comprensión y reforzar la memoria operativa.
Buenas prácticas de cuidado, higiene, manipulación de insumos y protocolos de atención.
Lecciones cortas, que podían completarse entre actividades.
Actividades interactivas, que validaron la comprensión sin presión.
Recordatorios automatizados, para asegurar avance continuo.
El programa no pidió a los cuidadores que cambien su rutina. Se adaptó completamente a ella.
Datos que respaldan el impacto
Los cambios fueron rápidos y visibles:
Mayor comprensión y estandarización de buenas prácticas de cuidado.
Personal más seguro en la ejecución de tareas delicadas.
Mejoras en higiene, atención y manipulación de pacientes y equipos.
Aumento en la participación gracias al formato visual y accesible.
Un modelo escalable para futuras capacitaciones del MINSA.
El programa demostró que capacitar a personal operativo en salud es posible, siempre que se utilice el canal correcto y un lenguaje claro, práctico y visual.
Experiencias reales
«Antes nos costaba asistir a capacitaciones por falta de tiempo. Ahora puedo aprender en mis pausas, y los videos cortos me ayudan a recordar qué debo hacer.»
Auxiliar de salud participante