Educación financiera para 30,000 mujeres en vulnerabilidad
Mibanco

Aspectos destacados

  • +8 de cada 10 mujeres no estaban bancarizadas
  • Capacitación por WhatsApp en ahorro y ventas
  • Talleres presenciales + microcursos asincrónicos
  • Acceso para mujeres emprendedoras vulnerables
  • Modelo híbrido flexible y altamente participativo
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Mibanco se propuso un reto enorme: empoderar a mujeres emprendedoras que enfrentan situaciones de vulnerabilidad económica, social y digital. Muchas de ellas sostenían pequeños negocios desde su hogar, trabajaban jornadas completas para mantener a su familia y, aun así, no tenían acceso a educación financiera ni digital.

El diagnóstico inicial fue contundente:
8 de cada 10 mujeres del grupo piloto no estaban bancarizadas.
Muchas no conocían conceptos básicos de ahorro, intereses o herramientas de venta digital. Otras desconfiaban de los productos financieros porque nunca habían tenido acceso real a información clara.

Mibanco sabía que necesitaban un modelo diferente. Uno que respetara los tiempos de estas mujeres, que fuera accesible desde un celular básico y que las acompañara paso a paso.
Una capacitación tradicional no iba a funcionar.
Un LMS, menos aún.

Fue ahí donde nacieron los cursos asincrónicos por WhatsApp con Musa, como complemento a los talleres presenciales.

El desafío operativo

El proyecto tenía múltiples desafíos estructurales:

El reto era grande, pero la oportunidad también:
acercar educación financiera a mujeres que nunca habían tenido acceso.

Cómo lo resolvimos

Musa implementó un modelo híbrido:
talleres presenciales de Mibanco complementados con microcursos por WhatsApp, diseñados especialmente para mujeres emprendedoras.

El programa incluía:

  1. Lecciones breves y muy claras, sobre ahorro, metas financieras y ventas.

  2. Explicaciones sin tecnicismos, adaptadas a distintos niveles educativos.

  3. Actividades prácticas, para aplicar en el negocio o en la economía del hogar.

  4. Ejemplos reales, relacionados con ferias, ventas pequeñas, compras domiciliarias y manejo del dinero diario.

  5. Recordatorios automáticos, que permitieron avanzar sin presionarlas.

Las mujeres podían aprender de noche, al abrir su negocio, mientras viajaban o cuando sus hijos ya estaban dormidos.
La capacitación dejó de ser “una obligación” y se convirtió en una herramienta de cambio real.

Datos que respaldan el impacto

Los aprendizajes fueron tan profundos como visibles:

  • Las mujeres participantes comprendieron conceptos esenciales de ahorro y manejo del dinero.

  • Varias pudieron abrir cuentas, iniciar ahorros y mejorar la administración de su negocio.

  • Se fortaleció la autoestima financiera: la sensación de que sí podían manejar sus recursos.

  • El formato de WhatsApp permitió participación incluso en zonas con baja conectividad.

  • El modelo híbrido incrementó la retención y la aplicación práctica del contenido.

El proyecto fue más que una capacitación:
fue un paso hacia la autonomía económica.

Experiencias reales

«Nunca pensé que podía ahorrar. Ahora ya separo un poco de mis ventas y sé para qué sirve mi cuenta. Los mensajes me ayudaron mucho.»

Emprendedora participante